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domingo, 26 de enero de 2014

Un año más vieja.

Un veintisiete de enero, hace dieciséis años, un martes lluvioso en Sevilla, a las doce del medio día, nació una pequeña de ojos grandes castaños, y bastante espabilada, para el tiempo que llevaba entre su familia. Los nervios por verla inundaban a la familia de emoción y sonrisas. La Madre, sedada tras la cesárea, deseaba ser la primera en cogerla, pero a causa de la anestesia, le fue un tanto difícil. Esta niña creció feliz al lado de su madre, y se trasladó a Huelva, donde pasó momentos inolvidables con sus primos, aunque hermanos; allí conocería a los que serían sus amigos de toda la vida, y dejarían una huella en ella. Crecería rodeada de personas geniales, en momentos geniales y lugares geniales. Esta niña, soy yo.
Un año más, es mi cumpleaños. Ya he pasado de los globos con piñata a unas risas con mis amigos de toda la vida. Cambio el «dinoland» por un bonito y amplio lugar donde llevarse recuerdos. Las cosas cambian y aunque no quiero crecer, no tengo más remedio. Cada uno de ellos ha sido inolvidable y algo esencial y precioso de la infancia, por lo que me gustaría dar gracias a todos aquellos que formaron parte de ella... Y a la que hizo que todo fuera posible. Por lo tanto, ¿qué me queda? Afrontar el resto de los días hasta el año qué viene con todo lo qué venga y empezar de nuevo al siguiente. Pd: todavía espero mi carta de Hogwarts, a ver si este año no se extravía la lechuza.

viernes, 17 de enero de 2014

Más vale tarde que nunca

¿Qué he de decir? Han pasado muchos años, he vivido muchas experiencias, nuevas, repetidas, agradables, desagradables, únicas, superables...
La vida da muchas vueltas. Siempre me dijo mi madre: «las cosas llegarán, ya llegarán, espera y se paciente...», mientras yo pensaba que por un problema la vida perdía su sentido. Sin embargo, una vez más, me demuestra qué tiene razón, y veo que el cielo se despeja de nuevo y un radiante sol brilla día tras día. Aquello que parecía no tener solución, hoy se la encuentro, aquella mentira que parecía vivir, se resuelve, las verdades, que no creían, y solo sabía una persona se descubren... Veo como que se gira todo hacia mi, con una sonrisa y los brazos bien abiertos. Veo, que al fin y al cabo no estoy sola, como muchas veces una persona tiende a pensar.
Aún así, la vida continúa. A muchos problemas no les ha llegado la solución, y otros parece que nunca terminarán... Pero lo que si tengo claro, es que aunque pienses que estas solo o sola, puedes encontrar un apoyo donde menos lo esperas.
Da gracias a la vida, que te ha dado mucho, se positiva o positivo y encuentra la solución que la misma te plantea, tómalo como un reto a superar, que te formará y hará madurar... Esa fase la terminarás cuando la vida quiera, son lecciones a seguir. Así que, ya sabes, una sonrisa y hacia adelante.

domingo, 14 de julio de 2013

Simplemente, gracias.

Por siempre y para siempre seguiré siendo Spínola. Personas que dejaron huella y robaron para sí un trocito de mi corazón. Son tantos los momentos que se viven siendo de está gran familia... Hay personas que se quedan atrás en el camino, pero que continúan contigo, siempre. Es mi tercer año: brújula, horizonte, y Spínola. Nunca pensé que personas que conocería en ocho días me marcarían tanto el alma. Después están, claro, los que han estado conmigo desde el primero, esos son como hermanos. Es tener una razón para sobrellevar el curso. Todos y cada uno son especiales, a todos y a cada uno espero medio año con ansias de volverlos a abrazar, a decirles «te quiero»... Como en toda gran familia, cada uno tiene algo grande, todos somos diferentes: los naturalistas, los locos, los traviesos, el rapero, el delfín, las cantantes, las flamencas, los tratos, los bromistas, los deportistas, los ligones, los cariñosos, los ariscos... Aunque eso es precisamente lo que nos une; de todos y cada uno podemos sacar miles de cosas buenas, y cada persona forma tu alma, pone un ladrillo en tus recuerdos, edificando con los años una gran ciudad. Aunque sí algo tenemos todos en común, es que nos queremos. Estoy segura de que mas de uno piensa como yo, ¿No?
Espero con el corazón, que todos esos momentos, personas y recuerdos, risas y llantos, abrazos, te quieros y los «no te olvidaré» no se queden en un simple sueño: son pura realidad.
Solo deciros, gracias. Gracias por haber aparecido en mi vida, por haber dicho SÍ a todo esto, y por supuesto, por esa sonrisa que me habéis dedicado todos alguna vez y por habermr hecho ser feliz y sentirme especial al teneros conmigo. SOMOS SPÍNOLA.

domingo, 16 de junio de 2013

Continúa

«No te pares, continúa en la vida, todo cambia a tu paso, simplemente vive la vida»
Eso fue algo que bien me dijo una amiga. Si es cierto que es precioso hacerse ilusiones de que algo será para siempre (siendo yo, no me refiero al amor, solamente). Algunos se dan cuenta antes, otros después... Eso sí, todos nos damos cuenta. A mi me tocó hace poco, a ti nadie lo sabe. Personas que pasan por la vida, pueden cambiarte, coge lo bueno y rechaza lo malo, no te aferres demasiado. Según la ley de Murphy, «si algo puede salir mal, saldrá mal». Yo no creo eso, solo me he tatuado en el corazón el Carpe Diem que hace tiempo aprendí, porque según el Ying y Yang, en todo lo malo hay algo bueno. Eso es lo que tenemos que buscar, y no hundirnos en la zona previa al punto de felicidad. Duerme y descansa, sueña algo bonito y que nadie pare el pasado, ese futuro hermoso que te queda por vivir.
Atentamente: yo

sábado, 8 de junio de 2013

Por esos momentos.



Por esos momentos que te recuerdan a tu infancia y a esos que olvidaste hace tiempo. Por esas personas que te cambian el día, con una simple frase o un gesto. Por esas ideas de último momento que pueden hacer de ese día el mejor de tu vida. Por todas esas cosas que son nada y lo son todo al mismo tiempo. Por esas casualidades, que hacen encontrarte con tu mejor amigo de los últimos cinco minutos. Por esas cosas en común que hacen que estés más cerca de esa persona de la que quieres estar. Por esas enemistades, que quieras o no, siempre hacen de tu día algo menos más monótono y hacen que descargues lo que llevabas acumulando. Por esas cosas al azar, que salen bien o mal, pero siempre pase lo que pase se vive al máximo. Por esas personas que conoces sin sentido ninguno y acabas queriéndolas más que a nadie. Por esos reencuentros, que hacen que te puedas llevar horas y horas hablando de lo que hacías en esos tiempos. Por esos juegos tontos, que hacen que un momento aburrido sea  algo que repetir. Por esas peleillas que acaban en abrazos. Por esas lágrimas de alegría. Por todas las maravillas del mundo. Por mi vida, quien la hizo y quien forma de ella. Por el sol que me da los buenos días cada mañana, adelantándose a mi madre, a la que me adelanto yo levantándome antes. Por esas canciones que describen momentos. Por esos olores que te recuerdan veranos y años. Y finalmente por tenerme a mí y a las personas que se que no me fallarán, por muchos años que pasen,... hasta que la muerte nos separe. Gracias.